Tarde o temprano, a todos los ciclistas les llega la hora de cambiar los pedales de la bicicleta, ya sea de montaña, de carretera, urbana o infantil. El cambio puede ser debido al desgaste, a una avería o rotura o por cambiar al sistema de pedales automáticos o a otro modelo de pedales, y a nivel técnico no tiene ninguna dificultad, siempre y cuando se tengan en cuenta un par de detalles muy importantes.
En T-Bikes hemos conocido casos de clientes que, por un error en el montaje de los pedales, han terminado dañando la rosca de las bielas de la bicicleta o la de los propios pedales. Cambiar los pedales dañados es fácil, pero cambiar una biela ya es un problema más serio que además no va a resultar muy económico.
Mira aquí los pedales que tenemos en T-Bikes.
Para montar o cambiar unos pedales, se necesita una llave inglesa o fija, de la medida correspondiente a la tuerca hexagonal de los pedales que se cambian. También es recomendable disponer de un poquito de grasa para proteger la rosca de los pedales de las posibles inclemencias físicas a la que sea sometida en un futuro.
El proceso de montaje es muy sencillo: en el pedal derecho hay que girar la tuerca en el sentido de las agujas del reloj para apretar. En el pedal izquierdo hay que girar la tuerca en sentido contrario a las agujas del reloj para apretar, ya que la rosca es inversa.
Para desmontar los pedales, hay que proceder al revés: en el pedal derecho hay que aflojar en el sentido contrario de las agujas del reloj. En el pedal izquierdo, la rosca está invertida, por lo que es muy importante aflojar en el sentido de las agujas del reloj para evitar así romper la rosca del pedal.